El seguro de comunidad de propietarios protege tu comunidad así como los elementos comunes y privados del edificio ante los imprevistos que puedan surgir y que causen daños en zonas comunes, causados por:

  1. Actos vandálicos y malintencionados
  2. Daños por fuego: incendio, explosión y caída de rayo
  3. Daños eléctricos: subidas de tensión y cortocircuitos
  4. Daños por agua: inundaciones, roturas y filtraciones
  5. Gastos de desatasco de las conducciones comunitarias
  6. Daños por fenómenos atmosféricos
  7. Daños por roturas de lunas y cristales
  8. Robo, expoliación y hurto

Además, a la póliza de un seguro de comunidades se puede añadir una garantía de protección jurídica que puede incluir la reclamación a propietarios por impago.

¿Por qué contratar un seguro de comunidad de propietarios?

El seguro de comunidad es obligatorio dependiendo de la Comunidad Autónoma donde residas. En algunas regiones, siempre que existan zonas compartidas, al menos deben estar protegidas frente a riesgos básicos como el caso de incendio, que de producirse, supondría consecuencias fatales para todo un bloque.

 

UNA PROTECCIÓN PARA CADA UNO DE LOS VECINOS

Más allá de lo que marca la ley, los seguros para comunidades son especialmente útiles para respaldar a los propietarios frente a los posibles siniestros que pueden tener dentro de las zonas comunes (tejas sueltas, rotura de tuberías principales, incendios…) o relativas a la gestión de la comunidad, como es la reclamación por impago de gastos comunitarios.